Una de las cosas mas tristes de la vida es cuando conoces a alguien que significa todo y solo para darte cuenta que al final no era para ti y lo tienes que dejar ir. Duele amar a alguien y no ser correspondido. Pero lo que es mas doloroso es amar a alguien y no encontrar el valor para decírselo. Tal vez Dios quiere que conozcamos a unas cuantas personas equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para que al final, cuando la conozcamos, sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo.


Cuando la puerta de la felicidad se cierra se abre otra. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario