Criptonita

El destino es como un ejército de hormigas laboriosas. Miles de hormiguitas haciendo su parte del trabajo. Uno cree que controla su vida, pero el destino, lentamente, se va configurando. Una serie de circunstancias, decisiones y casualidades, van construyendo el destino.
El destino es un gran chef que mezcla los ingredientes, preparando el plato que tiene para nosotros. Es una maquinaria precisa y minuciosa que va reuniendo todas las piezas.
El destino es como un señor muy viejo y sabio. Es un profesional, de todas las profesiones. A veces es guionista: urde y entrelaza la trama con pericia, dando giros en la historia, permanentemente.
El destino es también ingeniero. Hace grandes construcciones, joyas de la ingeniería, encaja las piezas, con precisión.
El destino también es estrategia. Mueve las fichas, despliega sus tropas en el campo de batalla y sabe como dar su golpe certero. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario